Caso Lanatta: un inesperado desafío para el macrismo, todavía con final incierto
Tardó menos de tres semanas María Eugenia Vidal en encontrarse con su primera gran encrucijada política. En los más encumbrados despachos de la gobernación bonaerense había en la tarde de ayer un dilema crucial cuya respuesta es todavía incierta: ¿Quién paga el costo político si la cacería de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Víctor Schillaci no arroja resultados positivos en los próximos días? En esas oficinas del primer piso del edificio de 6 y 53 prefieren ser optimismas. En todo caso, aseguran, la trama político-judicial detrás del Triple Crimen de General Rodríguez, uno de los mayores escándalos de la administración kirchnerista, ofrece como rostro visible a Aníbal Fernández, el ex jefe de Gabinete que arrastra una imagen negativa del 80 por ciento. Es, por ahora, uno de los principales reaseguros de la gobernadora.