Cuatro hermanos quedaron huérfanos al morir su madre y sensibilizan a los rosarinos
Varias veces las redes sociales hicieron un buen papel para movilizar causas solidarias. Y la historia de cuatro hermanos que quedaron solos después del fallecimiento de su mamá sensibilizó a los rosarinos. Los operadores de la Dirección de Niñez de la provincia recibieron ayer más de una decena de llamados de gente que se ofreció a albergar en forma transitoria a los chicos, que permanecerán en una residencia hasta tanto se encuentre una familia que les abra la puerta de su casa. Hace quince días, un juez de familia había recurrido a Facebook para contar la historia de una niña de 10 años que necesitaba un hogar (ver aparte).
«Ayudemos a los hermanitos de barrio Acíndar», fue el SOS lanzado por un grupo de mujeres de esa zona de Rosario en Facebook hace cuatro días. Allí contaban que estaban ayudando a cuatro niños que «aparentemente están solos en el mundo» después de que su mamá falleciera a los pocos días de dar a luz al más pequeño.
La denuncia de los vecinos llegó también a la Dirección de Niñez de la provincia. El organismo dictó el martes una medida de protección excepcional para los cuatro hermanos: una adolescente que tiene 13 años y cursa un embarazo avanzado, dos nenes más de 8 y 3 años y el bebé de menos de un mes.
Y desde ayer, cuando la historia empezó a circular también por los medios de comunicación, los operadores del organismo no paran de recibir llamados de familias dispuestas a albergarlos transitoriamente.
Según indicó la directora de la repartición, Fabiola Piemonte, hasta ayer al mediodía ya habían atendido a unas catorce familias que habían dejado sus datos y habían citado a tres para entrevistarlas hoy por la mañana. Mientras tanto, los cuatro hermanos están alojados en un hogar.
Gestos de amor. Celeste Ferreyra y Geraldina Tapia son madres y, según dicen, fue esa condición lo que las llevó a no dejar pasar el comentario que a media voz circulaba entre los vecinos del barrio de la zona suroeste: cuatro chicos habían quedado huérfanos y que estaban solos en su casa.
Y como además Celeste vive a unas pocas cuadras de la vivienda que compartían los niños empezó a acercarse a llevarles comida. «Durante varios días fue a dejarles el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena —cuenta Geraldina—. Hasta que nos dimos cuenta que la nena más grande estaba embarazada y además del bebé había dos nenitos más».
Entonces, las mujeres decidieron hacer la denuncia en la Dirección de Niñez de la provincia y crearon un grupo en la red social para juntar ropa, calzado y pañales y leche para el bebé.
Ayer, en el comedor de su casa, donde no falta ni sobra nada, Geraldina acomodaba las cosas que iban recibiendo para acercarlas al centro residencial que alberga a los cuatro hermanos.
«No somos abogadas, ni funcionarias, somos personas con sentido común. Había cuatro chicos que estaban en riesgo y había que ayudarlos. Lo hicimos, sin más vueltas», señaló la mujer.
El martes pasado, la Dirección de Niñez de la provincia dictó una medida de protección excepcional para los cuatro hermanos. «Lo hablamos con la nena más grande y le explicamos que estarán bajo la custodia del Estado», explicó la directora del área.
Ese mismo día se dispuso que la adolescente y sus tres hermanitos ingresen a un centro residencial, donde recibieron atención médica, hasta tanto puedan encontrar alojamiento dentro del programa de Familias Solidarias.
Piemonte contó que Niñez trabaja con unas 50 familias dispuestas a alojar a niños en situación de vulneración de derechos. Sin embargo, ninguna con la posibilidad de sumar cuatro personas más a la mesa.
«Los chicos manifiestan todo el tiempo que quieren permanecer juntos. Por el momento no pudimos encontrar a algún miembro de la familia ampliada ni un ámbito familiar alternativo de alojamiento. Por eso quisimos convocar a familias de la comunidad que puedan alojarlos durante 30 días, hasta que se pueda tomar alguna decisión sobre su situación», sostuvo.
Grandes corazones. Las «familias solidarias» son aquellas que brindan un alternativa a la institucionalización de los niños y adolescentes, pero sobre todo prestan de manera transitoria la atención y cuidados necesarios para que los chicos puedan acceder al ejercicio pleno de sus derechos.
Al programa pueden sumarse personas solas, matrimonios o parejas, mayores de 25 años de edad con residencia en la provincia, interesados en brindar acogimiento de manera temporaria a niños, niñas y adolescentes desvinculados temporalmente de su familia de origen.
En el caso de estos cuatro hermanos, explicó Piemonte, la medida de protección vencerá en 30 días.
En ese plazo, Niñez tratará de rastrear a algún familiar de los niños que pueda hacerse cargo de su cuidado.
Si esto no sucede, se los podrá declarar en estado de adoptabilidad; entonces comenzará la búsqueda para que alguna de las más de mil personas inscriptas en el Registro Único de Aspirantes a Guardas Preadoptivas (Ruaga) acepte adoptarlos a todos juntos.
Eso sí, una vez más las redes sociales volvieron a impulsar estas historias de solidaridad y unión ante la adversidad. Y ahora los cuatro hermanos podrán volver a tener un hogar