Dos estudiantes santafesinos de ingeniería fabrican computadoras ecológicas
Se conocieron estudiando ingeniería industrial en la Facultad de Ingeniería Química, y hoy están en los últimos tramos de la carrera. Guillermo Traid, es de Santo Tomé y trabajó durante cinco años arreglando computadoras. Carlos Ruggeri es de Villa Ocampo y trabajó un tiempo similar en la industria de la madera. Ambos crearon y pensaron una computadora al estilo de las “All in One” (todo en uno), pero con las ventajas que otorga una PC de escritorio y con un gabinete de madera. Ellos dicen que entre los dos se dio la “combinación justa” para el desarrollo de la ecocomputadora.
En diálogo con Diario UNO, los jóvenes contaron que la máquina que armaron permite una fácil actualización de los componentes, ya que utiliza un hardaware estándar, y que al tener integrado el monitor reduce mucho el espacio que ocupa. Otra de las ventajas es que se reduce también significativamente el “enjambre” de cables que suele formarse en torno a la PC.
“Además, una vez que termina su ciclo de vida, es un producto fácil de reciclar y el impacto ambiental se reduce en alta proporción en comparación a un producto de plástico”, destacaron.
Los orígenes
Guillermo contó que la idea surgió de una necesidad interna, luego de haber trabajado en distintas oficinas y de haber sufrido el “cablerío” que se generaba en torno a las computadoras.
“Tratamos de pensar primero cómo poner eso atrás del monitor, y luego de que vimos cómo hacerlo, nos dimos cuenta de que el material más fácil para trabajar era la madera, porque aparte hacerlas en plástico requiere de una gran inversión inicial”, explicó. Por su parte, Carlos agregó: “Yo trabajaba en una empresa que hace muebles de pino, así que tengo conocimiento del rubro de la madera, y algunas de las propiedades que tiene”.
Una vez definido el material con el que iban a realizar los gabinetes, comenzó la tarea de diseño para que todos los componentes de la computadora pudieran ser instalados de manera ordenada en él.
“Tratamos de que no queden los cables al aire y también pensar en esto como algo ecológico. Usamos MDF, un aglomerado elaborado con fibras de madera, e intentamos minimizar el uso de plástico y metal. A través del tiempo el prototipo fue evolucionando en algo ecológico y lindo estéticamente”, comentaron.
Investigar para avanzar
Los jóvenes emprendedores estuvieron investigando durante meses sobre la existencia de productos similares y descubrieron que en otros países había notebooks y otros productos hechos en madera, pero no el producto que ellos tenían en mente y esto sirvió de inspiración para poder avanzar en el proyecto.
“Hay muchas imágenes y fotos en internet de gabinetes hechos de manera artesanal en madera. Tomamos algunas características y lo intentamos llevar a un producto más refinado, pero con la alta precisión que se alcanza con otros materiales”, destacaron.