Macri prometió comenzar a concurrir a hospitales públicos
En medio de su recuperación por la fisura de costilla, el presidente Mauricio Macri decidió ser atendido en adelante en un hospital público, a la vez que el Gobierno analiza una reestructuración de la Unidad Médica Presidencial.
En los escasos 14 días que lleva el 2016, el mandatario ya visitó cuatro veces instituciones médicas: primero se realizó chequeos de rutina en la Clínica Favaloro y luego, por la fisura de costilla, debió concurrió en dos ocasiones a la Clínica Bessone y esta mañana al Hospital Fernández.
La decisión de Macri de asistir al hospital público ubicado en el barrio porteño de Palermo muestra un cambio en cuanto al cuidado de la salud del jefe de Estado, ya que su antecesora, Cristina Kirchner, siempre eligió atenderse en el Sanatorio Otamendi de Barrio Norte.
En su visita al centro ubicado en Cerviño 3356, el líder del PRO «se realizó un chequeo médico para seguir su evolución por la fisura en una costilla que sufrió hace unos días en un accidente casero» mientras jugaba con su hija menor, Antonia, en su quinta «Los Abrojos», del partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
Siguiendo con el uso de una faja y tratamiento sintomático con control evolutivo, como le habían indicado tras sufrir la lesión, el Presidente pasó por el Hospital Fernández y luego se dirigió a la Casa Rosada para continuar con sus actividades oficiales.
Mientras el mandatario se recupera de la fisura de costilla, el Gobierno se apresta a realizar cambios en la Unidad Médica Presidencial, sector que aún continúa conservando los integrantes que atendieran a Cristina Kirchner en sus últimos meses de gestión.
Actualmente, la UMP está dirigida por Marcelo Ballesteros, quien asumió su cargo en junio de 2014 y reemplazó a Luis Buonomo tras siete años de gestión.
El área a cargo de la salud del jefe de Estado tiene alrededor de 20 médicos de distintas especialidades y unas seis enfermeras, repartidos entre la Quinta de Olivos y la Casa de Gobierno.
La UMP está bajo la órbita del secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, quien le encomendó al ministro de Salud, Jorge Lemus, la tarea de armar el nuevo equipo que se ocupará de la salud de Macri.
Para ello, el jefe de la cartera se apoya en el director del SAME, Alberto Crescenti, y el de la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (DINESA), Carlos Russo. En el marco de esa reestructuración del sistema sanitario que asiste al mandatario, el Hospital Fernández será la institución cabecera a la que concurriría cada vez que necesite ser atendido, aunque podría no ser el único, indicaron fuentes oficiales a esta agencia.
Algunos de los puntos a favor que tiene el hospital fundado en 1943 es la cercanía con su departamento de la Avenida Libertador y Cavia y la «confianza» y la «relación» que tiene con los médicos, ya que fue atendido varias veces durante sus ocho años de gestión al frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Otro detalle es que el ministro de Salud fue médico de guardia del Hospital Fernández durante doce años e incluso llegó a ser su director entre 2006 y 2007.