Mas de dos millones de santafesinos eligen gobernador en una disputa con final abierto

Santa Fe no elige hoy su próximo gobernador en condiciones normales. Un miedo cruza barrios y ciudades, sin distinción de clase: que más temprano que tarde, la provincia se transforme en algo parecido a un estado mexicano, dominado por la violencia mafiosa, que parece haber permeado en el conjunto del tejido social. Y tan lejos, no está. Mientras en Rosario el año pasado hubo 250 homicidios, una tasa que representa 14 asesinatos cada 100.000 habitantes (muy por encima de la media nacional, que es de 5,4), Ciudad Juárez llega a una tasa de 30, alrededor de 440 crímenes. Anteayer mismo, un niño de 12 años fue asesinado mientras protegía desde una terraza, con un revolver 22 y una bomba tipo molotov, el búnker de un distribuidor de droga.

​Con un ex jefe de Policía detenido por vinculaciones con el narcotráfico (Hugo Tognoli, ex jefe de la división Drogas Peligrosas), otro funcionario socialista sospechado de complicidad con esas mafias, la comprobación de que existen por lo menos cuatro grupos criminales que dominan el territorio y la inseguridad que alcanzó desde Norma Bustos, la mujer que fue asesinada como represalia por denunciar a los traficantes de droga de su barrio, hasta el domicilio del propio gobernador Antonio Bonfati, que fue baleado, la pregunta que cabe hacerse es hasta cuándo habrá que esperar para que se implemente un plan realmente serio para el combate y la erradicación de este flagelo.

​Hasta ahora, solo hubo parches. En los últimos meses, ante el avance del PRO en las encuestas, el gobierno nacional envió un importante respaldo al gobernador, que recibió la visita del secretario de Seguridad, Sergio Berni, en reuniones donde siempre estuvo acompañado por el candidato del Frente para la Victoria(FpV), Omar Perotti. En abril, ingresaron 2000 efectivos federales a la ciudad de Santa Fe y en mayo otros 1000, que fueron distribuidos entre Rosario, Reconquista, Venado Tuerto y Rafaela. Como el año pasado, hicieron una gran exhibición de presencia, similar a la desplegada a fines del año pasado, cuando una gran movilización provincial se quejó por la violencia, pero no se avanzó del maquillaje.

 

​Para el Partido Socialista (PS), la situación es dramática. Es la única provincia que gobiernan y, perderla, significaría enfrentarse al riesgo de desaparecer del mapa del poder en la Argentina.Miguel Lifschitz, parece ser «el candidato perfecto en el momento incorrecto», según definió un experto analista de la realidad santafesina. Es que después de 8 años del PS en la gobernación y 20 en la ciudad de Rosario, con una reforma policial que solo reprodujo y aumentó las condiciones de violencia y corrupción que dominaron durante los gobiernos peronistas, hicieron que el ex intendente rosario dejara de ser el favorito.

​La prueba de que los socialistas están en problemas está a la vista de todos. La da la encuesta de la consultora Nueva Comunicación, que en la semana hizo circular un guarismo que lo da a Lifschitz ganándole a Miguel Del Sel, candidato del PRO, por apenas un punto. «Si la consultora de César Mansilla, que asesora al PS hace más de 20 años, dice que los socialistas ganan por un punto, es que pierden por cinco», explicó una fuente experta consultada.

​Por otro lado, un hombre del PRO dijo: «En nuestra última medición, la que tuvimos el jueves, ganamos por 5 puntos, pero estamos convencidos de que hay 4 o 5 puntos más de voto vergonzante, de gente que no se animó a decir que votaba por Del Sel, porque padeció una fenomenal campaña negativa, similar a otras que hizo el socialismo, pero con una virulencia inusitada».

​Las huestes de Perotti, por su lado, se dan por muy satisfechas si logran alcanzar el segundo lugar, detrás de Del Sel y por encima de Lifschitz. Para ellos será una verdadera epopeya, ya que el ex intendente de Rafaela arrancó la campaña muy de atrás, hizo un muy buen papel en las PASO, y todo indicaría que siguió creciendo después. Por cierto, lo lograron a pesar del acendrado antikirchnerismo que domina la provincia, y de que el candidato a vicegobernador es Alejandro Ramos, considerado un hombre del riñón K en Buenos Aires.