Un fiscal sospecha que Diego Lagomarsino participó en la muerte de Alberto Nisman

A las 11:30 de la mañana de hoy se llevará a cabo la audiencia dispuesta por la Cámara para resolver el pedido de la querella que representa a las hijas del fallecido fiscal Alberto Nisman, tendiente a que la causa pase a ser investigada por la jueza Fabiana Palmaghini. En este contexto, el fiscal de Cámara, Ricardo Sáenz, adhirió al recurso interpuesto por la querella y abrió todo el abanico de posibilidades en torno a la hora de la muerte del fiscal Nisman al advertir que «falleció en el curso del fin de semana de los días 17 y 18 de enero en su casa de Capital, en dudosas circunstancias que aún se investigan».

Al respecto, el fiscal deja entrever por lo menos dos hipótesis: la de homicidio, donde Lagomarsino podría haber sido partícipe y el delito de ayuda al suicidio, en caso de probarse que el fiscal Nisman se suicidó.

En su presentación, la querella hace referencia a la «indefinida situación de Lagomarsino», quien prestaba tareas en la UFI-AMIA como asistente de Nisman en materia informática.

Por su parte, Sáenz sostiene en el escrito que las «inconsistencias en cuanto a la calidad de imputado de Lagomarsino y el aparente encorsetamiento de su imputación al suministro del arma de fuego, en contraposición con la amplia intervención procesal que se le viene reconociendo y garantizando en la causa, obedece a una suerte de ficción que tanto la fiscal como la jueza han instalado en el expediente, al sostener que en un caso de estas características la imputación por el delito de entrega de un arma de fuego puede ser escindida de una posible participación en el hecho de la muerte».

Los dichos del fiscal son contundentes: si se trata a Lagomarsino como imputado «en la ficción», Sáenz solicita una declaración judicial expresa que ponga blanco sobre negro y para esto pide que la jueza reasuma la causa.

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Según lo entiende el fiscal, tanto Palmaghini como Fein, «han tratado a Lagomarsino como imputado también en la investigación de los hechos que llevaron a la muerte de Nisman, sin poder distinguir a esta altura del proceso el nomen iuris (la tipificación penal del hecho) del delito atribuido, y sin que ello sea imprescindible para avanzar en la investigación».

Sáenz mencionó en su exposición la idea de «imputado encubierto», en referencia al trato que las magistradas dieron durante lo que va de la investigación a Lagomarsino, dado que su defensa ha intervenido en varias oportunidades en diligencias relacionadas a la muerte de Nisman, ajenas a la atribución penal de la entrega del arma (como ser la Junta Médica o la pericia sobre los dispositivos informáticos del fiscal).

En síntesis, lo que Sáenz está pidiendo a la Cámara del Crimen al postular junto con la querella de las hijas de Nisman es que sea la jueza quien dirija la investigación, es que se clarifique en la causa el «status jurídico» de Lagomarsino y que se le impute no sólo por la entrega del arma, sino que también pase a ser sospechoso por la muerte del fiscal.