Un policía custodiaba un kiosco de drogas en Rosario
Uno de los principales problemas en la lucha contra el narcotráfico en Rosario, provincia de Santa Fe, son los nexos entre los delincuentes y algunos miembros de la Policía Federal. El viernes 9 de octubre esta situación fue expuesta nuevamente durante un procedimiento de la Gendarmería.
El incidente se produjo durante un patrullaje realizado en Villa Manuelita, en la zona sur de la ciudad. Un grupo de gendarmes visualizó a tres hombres en la esquina de Esmeralda y Presidente Quintana, uno de los cuales empuñaba un arma y apuntó contra los agentes federales luego de que estos impartieran la voz de alto. Los gendarmes respondieron con una escopeta con postas de goma.
La persona armada fue herida en un pie y detenida. La persecución continuó en busca de sus cómplices y derivó en un operativo en una vivienda precaria, ubicada en un pasillo en donde hasta hace un año funcionaba un búnker de venta de drogas.
Cuando los gendarmes entraron al lugar advirtieron que allí se vendía marihuana y cocaína. Fueron detenidos los dos sospechosos y otras seis personas que estaban en el lugar.
Fuentes de la investigación identificaron al hombre armado como Cristian G., un agente de la Policía de Santa Fe que cumple funciones administrativas en la Jefatura de la Unidad Regional II. El efectivo de 30 años se encontraba vestido de civil y fue identificado como uno de los responsables de vigilar la zona para facilitar la venta de estupefacientes.
La connivencia entre la Policía santafesina y los narcos quedó expuesta en 2012, cuando el comisario Hugo Tognoli renunció como jefe de la fuerza luego de que la justicia pusiera la lupa sobre su complicidad con los delincuentes. Otros altos jefes también fueron removidos acusados de trabajar para las bandas mafiosas de la droga.